Diseño
Como base para el diseño arquitectónico, nos centramos en cuatro pilares, la creatividad, el entorno físico, la creación de espacios y la materialidad.
Creatividad
En el comienzo de un proyecto, ponemos sobre la mesa todas las ideas que tenemos, estas se transforman y dan lugar a otras mas elaboradas, y más cercanas al resultado final.
Partimos de lo inmesurable de las sensaciones y emociones, pasamos a lo mesurable, para construirlo fisicamente, y volvemos a lo inmensurable para contemplarlo.
Buscamos precedentes tipológicos, no sólo nacionales, sino internacionales, para no cometer los fallos que otros han cometido, por lo que nos situamos frente a una propuesta innovadora, funcional y exitosa.
Nos adelantamos al futuro, pensamos en como será la sociedad el dia de mañana, sus necesidades y sus placeres, para dar una respuesta más acertada.
Entorno físico
El lugar juega un papel importante, la propuesta no debe de perder nunca la relación con el entorno, los espacios que la van a rodear, sus usos, y los ciudadanos que disfrutarán el lugar.
Creación de espacios
Los espacios serán las estancias de los usuarios, y en éste se ven involucrados los dos parámetros antes citados, creatividad y entorno. Además de estos nos centramos en las necesidades que acogerán estos espacios y cómo será utilizado. Por tanto, con esto damos una respuesta innovadora, con una prioridad básica, hacer que el usuario haga un disfrute del espacio, y que éste le ayude a ser más feliz cada día.
La materialidad
La materialidad es capaz de dar forma a las ideas, y de convertirlas en realidad, jugando un papel muy importante en el diseño, el cual es un evocador de sentimientos.
La busqueda de los materiales más adecuados, la relación entre ellos, así como sus características resistentes y de durabilidad, dan lugar a la transformación de la idea en algo material de una forma inteligente.