Los metros cuadrados pueden limitar el espacio habitable, no obstante, no debería condicionar nuestra vida y actividades. El espacio es importante y una buena distribución de los elementos arquitectónicos pueden sacar mucho partido a la vivienda. Hay algunos factores que deben atenderse a la hora de analizar el espacio de la casa: la distribución y organización, la forma de cada estancia, la luz y la orientación.
Antes de comenzar a construir tu futuro hogar debes pensar en las necesidades que tienes y qué funciones debe cumplir la casa. Las habitaciones, los baños, las actividades que vas a realizar en la casa, el tipo de cocina, la cantidad de personas que vana a vivir en la casa, etc. Además de las funciones básicas de una estancia hay que pensar en ampliar esas posibilidades. Por ejemplo, una cocina con una mesa en la que se puede trabajar o hacer los deberes o un baño en el que puedes relajarte.
El segundo paso en la aventura de construir tu casa es la iluminación. La iluminación juega un gran papel en el espacio. La luz natural hace que las habitaciones parezcan más amplias. Pero hay más elementos que pueden apoyar a una buena iluminación y hacer que tu casa parezca aún más espaciosa: los espejos, las aberturas de vanos, las puertas de cristal o los ladrillos de vidrio. Además de la luz también son importantes los colores con los que se diseñan los espacios. Las paredes y los elementos decorativos en tonos claros, blancos o cremas harán que la estancia parezca más espaciosa.
Dejar los espacios abiertos y diáfanos también hará que ganes visualmente algunos metros. Desde el mismo diseño arquitectónico puedes escoger esta opción o bien puedes hacer una pequeña reforma y tirar algún tabique. Hay elementos arquitectónicos que no siempre resultan atractivos a la vista. Por ejemplo, el uso de columnas en medio de una estancia puede interrumpir en el espacio. Pero si la pintamos del mismo color que las paredes, este efecto será menos evidente.
